Hemos asistido en los últimos años a un espectáculo lamentable por parte de algunos abogados que han llegado a la magistratura en las Cortes colombianas, los cuales utilizan esa dignidad y posición como punta de lanza de otras aspiraciones, especialmente relacionadas con el litigio, la asesoría y la consultoría jurídicas.

Resulta ilustrativo de esa situación la historia que escribió en días pasados un reconocido profesor de derecho en su columna de opinión: un colega le había confesado que su objetivo era llegar a magistrado de la Corte Suprema, para logar reconocimiento y prestigio y una vez terminado su periplo judicial, fundar su Despacho de abogados para obtener los pleitos importantes que se tramitan en Colombia.

Esa situación la pudimos comprobar hace pocas semanas, cuando un Magistrado de la Corte Constitucional, que apenas completaba 3 años en el cargo, renunció intempestivamente, según dijo, para asumir como profesor de una Universidad en Estados Unidos. Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula cuando en menos de 2 semanas completó un minucioso concepto jurídico para un litigio bastante complejo que se tramita en los despachos judiciales.

La función judicial y especialmente la que se cumple en los tribunales ubicados en su cúspide, no debe servir de mero trampolín para luego obtener casos jugosos, sino que debe ser ejercida como un servicio público en beneficio de la sociedad, la ciudadanía, el Estado social de derecho y la democracia. Además, el prestigio y el reconocimiento se logran con una vida profesional haciendo bien las cosas en los diferentes roles en los cuales se puede desempeñar un abogado, no utilizando las instituciones para beneficios personales.

Entonces, es necesario una profunda discusión de todos los actores involucrados en varios ejes: una reconfiguración de la enseñanza del derecho, mayores controles al ejercicio profesional, un replanteamiento ético de la profesión y una reestructuración de los requisitos, período, inhabilidades e incompatibilidades de la función judicial, especialmente de la magistratura en las diversas Cortes.