LOS ABOGADOS LLAMADOS A REACTIVAR LA ECONOMÍA
Los abogados somos los llamados a reactivar la economía en medio del desosegó que dejará el COVID-19 debido a que estamos obligados a utilizar la ley en favor de todos, incluyendo a todos los sectores laborales, de la industria y el comercio. Sabemos que durante la pandemia existieron despidos injustos de trabajadores, suspensión de contratos, cierre de empresas, en ocasión a esta situación inesperada y que bien podemos afirmar fue una circunstancia de fuerza mayor.
Es importante incluir a los profesionales del derecho como ese elemento sustancial para reactivar la economía porque no es momento de utilizar las herramientas jurídicas para alegar incumplimientos contractuales a empresarios que se vieron obligados a suspender o terminar la relación laboral porque no tenían como pagar, no quiere decir ello que no habrá un resarcimiento del perjuicio económico sino que sin duda alguna deberá optarse por una figura jurídica que viene cogiendo mucha fuerza y es la conciliación si queremos restablecer la economía a mediano plazo.
Un hecho inesperado como fue el COVID-19 desestabilizo el mundo en un abrir y cerrar de ojos, por ese motivo estamos obligados a levantarnos de esta crisis y colocar todos de nuestra parte para que trabajadores, empresarios, contratistas, regresen con mayor vigor a desempeñar lo que mejor saben hacer y es producir. Por tal motivo, los abogados tenemos el reto de ser los conciliadores entre las partes independientemente a quien representemos utilizando así todo el conocimiento y saberlo aplicar donde todos seamos los ganadores.
El sistema judicial viene padeciendo de hace mucho tiempo atrás congestión judicial existiendo despachos judiciales con miles de procesos en trámite, entonces surge una pregunta que debemos hacernos y es la siguiente: ¿Qué pasaría si todos los afectados se vuelcan a la administración de justicia a dirimir los conflictos originados por el COVID-19? Esa respuesta nos coloca a razonar la conveniencia de otros mecanismos legales como bien destaco la conciliación y donde ceder a nuestras pretensiones es la única forma para encontrar el equilibrio entre las partes.
En el transcurrir de la vida muchos hemos perdido de alguna manera, entonces porque no dirimir un conflicto entre las partes frente una emergencia que tomo por sorpresa al planeta procediendo así en reactivar paulatinamente la economía, esa es la salida inteligente donde ahorraremos sin duda alguna tiempo y dinero.
Recuerdo una comedia conocida como Don Domingo de Juan Ruiz de Alarcón se dijo una frase: “No hay mal que por bien no venga” y si, el COVID-19 desestabilizo el mundo, en especial la economía, pero esta experiencia dejará muchas enseñanzas, entre otras la descontaminación de la tierra, la unidad familiar, la ayuda mutua, y si fuimos capaces de subsistir en medio de tan difícil situación global podemos concertar y solucionar de manera pacífica las secuelas de este virus.